Las enfermedades o patologías mamarias son alteraciones leves o graves del funcionamiento normal de la mama. Estas pueden deberse a varias causas y se pueden clasificar entre benignas o malignas. A lo largo de este blog desgranaremos algunos detalles acerca de cómo funcionan las glándulas mamarias y las lesiones y enfermedades que pueden afectarlas.

Anatomía y fisiología de las glándulas mamarias

Las glándulas mamarias son estructuras complejas cuya función es producir leche para alimentar a los recién nacidos. Se ubican en la región pectoral, sobre los músculos pectorales mayores y entre la segunda y la sexta costilla.

Cada glándula está compuesta por 15 a 20 lóbulos, que a su vez están formados por lóbulos más pequeños llamados lobulillos, que contienen las unidades alveolares responsables de la producción de la leche. Esta se transporta desde los alveolos a través de una red de conductos lactíferos que convergen en el pezón.

Además, el tejido mamario contiene tejido adiposo y fibroso para proporcionar soporte estructural, y su cantidad varía entre individuos. De hecho, su cantidad es lo que determina el tamaño de los senos.

Clasificación de las patologías mamarias más frecuentes

Las patologías mamarias pueden clasificarse en benignas y malignas. Cada una tiene varias condiciones que pueden afectar a mujeres de diversas edades:

Patologías mamarias benignas

Dentro de las patologías mamarias benignas, encontramos:

  1. Mastitis. Es una inflamación del tejido mamario asociada a la lactancia que puede ser infecciosa o no infecciosa. Los síntomas incluyen dolor, enrojecimiento y fiebre.
  2. Fibroadenomas. Son tumores benignos compuestos de tejido glandular y fibroso. Son más comunes en mujeres jóvenes y se sienten como masas firmes y móviles en el seno.
  3. Quistes mamarios. Se trata de sacos llenos de líquido que pueden varias en tamaño. Son comunes en mujeres de 25 a 50 años y pueden causar dolor o incomodidad.
  4. Ectasia ductal. Es la dilatación de los conductos lactíferos. Puede provocar secreción del pezón y dolor, y es más frecuente en mujeres de edad avanzada.
  5. Hiperplasia ductal. Consiste en el aumento del número de células que recubren los conductos mamarios. Aunque se trata de una condición benigna, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Patologías mamarias malignas

Por otro lado, encontramos las patologías mamarias malignas. Estas son:

  1. Carcinoma ductal in situ (CDIS). Es una forma temprana de cáncer de mama que se encuentra en los conductos lactíferos y no se ha extendido al tejido circundante. Es tratable y tiene un buen pronóstico si se detecta a tiempo.
  2. Carcinoma lobulillar in situ (CLIS). Aunque no es un cáncer como tal, el CLIS indica un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama en el futuro. Afecta los lobulillos de la mama.
  3. Carcinoma ductal invasivo (CDI). Es el tipo más común de cáncer de mama invasivo. Se origina en los conductos lactíferos y se extiende al tejido mamario circundante.
  4. Carcinoma lobulillar invasivo (CLI). Se origina en los lobulillos y puede propagarse a otras partes del cuerpo. Representa alrededor del 10% de los cánceres de mama pasivos.
  5. Enfermedad de Paget del pezón. Esta forma de cáncer empieza en los conductos del pezón y se extiende a la piel y la areola. Puede causar enrojecimiento, picazón y secreción del pezón.
  6. Carcinoma inflamatorio de mama. Es una forma agresiva de cáncer de mama que causa enrojecimiento, hinchazón y calor en el seno. A menudo, sin la presencia de una masa palpable. Tiene un pronóstico más grave que otros tipos de cáncer de mama.

Importancia de la detección temprana

La detección temprana es fundamental para mejorar los resultados y la supervivencia de los pacientes con patologías mamarias. A través de autoexámenes de mamas, exámenes clínicos, mamografías, ecografías y resonancias magnéticas es posible realizar la detección temprana de varias patología.

Gracias a estos procesos, se consiguen mejores tasas de supervivencia y se pueden emplear tratamientos menos agresivos. También mejora la calidad de vida de los pacientes y reduce los costos de todos los procedimientos.

Sin embargo, los beneficios que ofrece no bastan en muchos casos. Y es que actualmente encontramos muchos desafíos en la detección temprana:

  • Acceso a servicios de salud. No todas las mujeres tienen igual acceso a exámenes de detección y atención médica de calidad.
  • Conciencia y educación. La falta de conocimiento sobre la importancia de la detección temprana y cómo realizar autoexámenes de mamas puede llevar a retrasos en el diagnóstico.
  • Factores biológicos. Algunos tipos de cáncer de mama, como el carcinoma inflamatorio, pueden no presentar los síntomas típicos y progresar rápidamente, lo que dificulta la detección temprana.
  • Falsos positivos y negativos. Algunos métodos de detección pueden dar falsos positivos, lo que lleva a pruebas adicionales innecesarias, y falsos negativos, lo que puede retrasar el diagnóstico.

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