¿Sabías que la esperanza de vida ha aumentado más de 40 años en un siglo? Con los avances científicos, las sociedad tiene cada vez más longevidad, un término que se refiere a la duración de la vida. Esto es algo que conlleva una serie de consecuencias y que se consigue gracias a la medicina y a los hábitos saludables. En este post descubrirás mucho más sobre la longevidad en las personas, los factores clave para llegar a ella y muchos otros aspectos que te resultarán de gran interés.
Además, con la maestría en mediador familiar experto en geriatría aprenderás lo necesario para cuidar la salud de las personas mayores, favoreciendo a que tengan una longevidad saludable. ¡No te la pierdas!
Índice de contenidos
¿Qué quiere decir la palabra longevidad?
El término longevidad se emplea como expresión para los seres vivos que consiguen vivir más tiempo del que normalmente se vive según su especie. Por ello, sabemos que esta palabra está relacionada directamente con la salud, ya que no solo implica vivir muchos años, sino que son unos años en los que se tiene buena salud. Vivir más tiempo no quiere decir que se sea viejo durante más años, sino que se trata de disfrutar de más décadas con una vida plena, activa y con una increíble salud.
Aunque el tiempo físico pasa igual para todo el mundo, en el caso del tiempo biológico es diferente para cada persona. La longevidad se condiciona principalmente por dos aspectos muy importantes: los hábitos de vida que elegimos vivir a lo largo de toda la vida, los antecedentes familiares y la predisposición genética.
Factores clave para la longevidad
Sabemos que hay factores en nuestro día a día que pueden influir en nuestra salud y calidad de vida. Por lo tanto, estos factores influyen directamente en la longevidad de una persona, es decir, con una existencia más larga. Algunos de ellos son:
- Felicidad: se han realizado numerosos estudios que demuestran que estar feliz y disfrutar de la vida tiene un gran impacto favorable en la longevidad.
- Relaciones sociales: por otro lado, las personas necesitamos socializar para encontrarnos bien, tener apoyo emocional y evitar la soledad. Cuando alguien se siente solo, hay muchas más probabilidades de riesgo de muerte prematura.
- Economía: las personas que tienen mayor poder adquisitivo cuentan con servicios de mayor calidad, lo que es beneficioso para una mejor supervivencia.
- Educación: al contar con una mejor educación, las posibilidades de disponer de un buen empleo y obtener mejores retribuciones son altas.
- Poco estrés: sufrir etapas de elevado estrés tiene como consecuencia una reducción de los años de vida según diversos estudios. El estrés influye en la aparición de enfermedades de corazón y al deterioro del sistema inmunitario.
- Profesión: hay trabajos que cuentan con unas condiciones mejores que otros. Según el empleo de la persona, es posible que se produzca un gran desgaste psicológico y físico.
- Alimentación: la dieta habitual de una persona debe ser completa y tener cubiertos los nutrientes necesarios.
- Actividad física: el movimiento del cuerpo afecta al organismo completo. Este ejercicio va consiguiendo poco a poco que el cuerpo sea más saludable y resistente.
- Descanso: el periodo de reparación y reajuste de las personas son fundamentales para vivir.
¿Cómo llegar a una longevidad saludable?
Solemos pensar que el envejecimiento se debe sobre todo de la herencia genética. En realidad, la mayor parte de la longevidad que se alcance depende del estilo de vida de una persona. Por ello, de nosotros depende controlar la mayor parte de nuestro proceso de envejecimiento. ¿Y qué podemos hacer para tener una mayor longevidad?
Corazón
Para mantener al corazón sano, es recomendable elevar el ritmo cardiaco de forma controlada a través del ejercicio. Por otra parte, es importante disminuir la cantidad de sal y grasas saturadas de nuestra dieta, al igual que alimentarnos con la cantidad justa. Además, hay que aumentar la proporción de verduras, cereales, frutas y legumbres.
Piel
No es un secreto que la radiación solar es uno de los factores que más incrementan el envejecimiento de la piel, así como el alcohol y la contaminación. Para mantenerla sana, es necesario hidratarla a menudo bebiendo un mínimo de litro y medio de agua diaria. También se puede hidratar y cuidar con cremas y vitaminas.
Cerebro
Si este órgano no se encuentra activo, las conexiones neuronales irán más despacio y comenzará a deteriorarse. Para lograr que este proceso sea más lento hay que proporcionarle las vitaminas adecuadas, descansar el tiempo necesario, realizar ejercicio físico y, por supuesto, fomentar el aprendizaje y la memoria.
Músculos y huesos
Al cumplir cierta edad, todos vamos reduciendo el porcentaje de masa muscular y masa ósea. Sin embargo, esto se puede retrasar si se mantienen unos buenos hábitos. En primer lugar, el movimiento es salud. La combinación de cardio y fuerza es fundamental. Por otro lado, el sol debe tomarse con moderación y las reservas de calcio son indispensables para frenar la osteoporosis.
Pulmones y riñones
Con el paso de los años, estos órganos tienen más probabilidades de sufrir enfermedades, infecciones o fallar. Para evitarlo, es importante que no se fume. La hidratación ayuda a que los riñones y los pulmones tengan líquido para funcionar correctamente. Hay que intentar no tener kilos extra y cuidar la hipertensión y la diabetes si se tienen.
¿Cómo conseguir más conocimientos en este sector?
Con nuestra oferta formativa en geriatría dispondrás de un temario que te ayudará a aumentar tus competencias y formación en cuanto a los conceptos relacionados con el envejecimiento. Gracias a esta oferta formativa tendrás la oportunidad de avanzar en tu carrera profesional.
¿Qué aprenderás? Durante tu recorrido por nuestras titulaciones podrás descubrir los aspectos psicológicos y fisiológicos en el envejecimiento, el cuidado de la persona mayor y el apoyo a sus familiares, la mediación familiar en este sector, las bases de gerontología y muchos otros aspectos relacionados.