La creatividad es una herramienta muy útil que puede servir para resolver todo tipo de complicaciones en diferentes ámbitos de la vida. Definitivamente, es una competencia fundamental para generar nuevas ideas, alcanzar objetivos y adaptarse al cambio. También, es la clave para convertirnos en personas más resilientes, productivas y optimistas. Por esa razón, es una de las cualidades más buscadas y pedidas en los trabajadores de cualquier empresa. ¿Te gustaría saber cómo optimizar esta cualidad en distintas áreas? Sigue leyendo o aprende más del tema con nuestra Maestría en Programación Neurolingüística.

5 claves para enriquecer el proceso creativo

Muchas veces creemos que la creatividad es una habilidad con la que se nace, es decir, se tiene o no se tiene. Sin embargo, esta idea es todo lo contrario a la realidad. Como toda aptitud, se requiere esfuerzo y dedicación para transformarla y poder gestionarla adecuadamente. A continuación, te decimos algunas formas para alcanzar esto.

Conviértete en amateur

Un amateur es una persona que hace por placer una actividad sin recibir dinero a cambio. Esto es fundamental para desarrollar el proceso creativo, ya que implica emoción, ganas y entusiasmo. Es como si te enamoraras todo el tiempo de lo que haces y de cómo lo pones en práctica cada día.

Si puedes mantener esta motivación constante por cualquier cosa que te gusta en el trabajo, en la familia o en alguna actividad personal, la creatividad empezará a dar frutos sin forzarla.

Crea tus propias normas

Una persona que trabaja constantemente la creatividad en todos sus entornos sabe que hay ocasiones que debe ir contracorriente de lo establecido. Esto quiere decir que es revolucionaria y quiebra, en el buen sentido, lo instaurado. Al abrir nuevos mundos y paradigmas, crea nuevas perspectivas para entender y gestionar la realidad que le rodea, dando oportunidad a cambios y transformaciones positivas.

No le temas a los fracasos en el proceso creativo

Los errores son parte de cualquier proceso de creación y son sinónimo de valentía y esfuerzo de haberlo intentado. Siempre hay que tener en mente que no se falla cuando se comete alguna equivocación, sino cuando no has hecho el intento de realizar lo deseado.

En verdad, los errores no son fracasos, son lecciones que nos ayudan a tomar una mejor dirección de las cosas. Así que, aunque tengas miedo de hacer algo nuevo que conlleva esfuerzo y trabajo, no dejes de intentarlo y aprender de ello.

Sal de tu zona de confort

No te conformes con lo que te rodea y atrévete a vivir momentos de incomodidad para cambiar el mundo en el que vives. Adapta el entorno a lo que necesitas y transfórmate con las nuevas ideas. Deja de lado las convenciones, reglas e imposiciones que te mantienen atado a la rutina. No te pongas límites e intenta actividades nuevas que impliquen un reto, así empezarás a desarrollar habilidades que no habías trabajado antes.

Aunque cueste creerlo, la creatividad se puede potenciar cuando compartes tus ideas. De esta manera pueden crecer, tomar forma y hacerse realidad. La persona que escuche tu idea puede interpretarla desde otra perspectiva, esto te ayudará a saber si tu idea funciona o qué aspecto se puede mejorar.

Por lo tanto, en el proceso creativo se requiere de mucha valentía para compartir lo que uno hace y para atender con madurez la reacción de quien escucha tu idea. Así que, no te des por vencido a la primera, trabaja mucho y dedícale muchas horas para que la inspiración te encuentre en el momento indicado.