La comunicación asertiva es una capacidad que ciertas personas tienen y se caracteriza por expresar los pensamientos y sentimientos de manera honesta y sincera. ¿Te gustaría saber cómo aprender a aplicarla día con día? Sigue leyendo, te lo explicamos a continuación. También, puedes aprender más del tema con nuestra Maestría en Counselling y Terapia Gestalt y convertirte en un profesional de la asertividad.
Índice de contenidos
¿Qué es la comunicación asertiva?
Una persona que se comunica asertivamente es aquella que acciona con tolerancia frente a las opiniones de otras personas de la misma manera que respeta las suyas. Así que, esta competencia es un talento que facilita la relación respetuosa en las relaciones con los demás y con nosotros mismos.
En verdad, ser asertivo representa tener una habilidad social para gestionar las opiniones y comentarios de manera respetuosa. Es un término medio adecuado en el cual ni se es sumiso ni agresivo o intrusivo.
¿Cómo aplicar la asertividad?
La comunicación asertiva esta muy ligada con el uso correcto del lenguaje, esa capacidad del ser humano que sirve como puente para poder relacionase. Por ello, si conocemos el lenguaje podremos hablar y entablar conversaciones desde una manera asertiva. A continuación, te damos otros consejos para aprender a ser más asertivos y mejorar nuestras relaciones.
Desarrollar la empatía
La clave para ser una persona asertiva es saber desarrollar la empatía, esa habilidad que nos hace ponernos en los zapatos del otro. Cuando somos empáticos podemos conocer mejor a las otras personas y con eso aumentar nuestra comunicación interpersonal.
Ser empático con otras personas ayuda a desarrollar nuestra aceptación individual. Una persona que se acepta, y acepta a los demás, se vuelve una persona llena de asertividad.
Saber decir “no” y “no sé”
Saber decir no es una muestra de confianza, credibilidad en uno mismo e independencia emocional. Es una habilidad que nos aleja de la intención de querer estar para todos y dejar de lado nuestros intereses. Decir no es un ejemplo de inteligencia emocional, de perder el miedo a que el otro se moleste por demostrar que damos importancia a nuestras necesidades.
También, decir no sé es una muestra de asertividad. Esto es así porque es una alternativa que nos permite reflexionar, tomarnos un tiempo para definir lo que queremos decir y hacer.
Aprender a pedir cosas
Aprender a hacer peticiones es una forma en que usamos el lenguaje para solicitar algo que queremos y deseamos. Aprender a pedir es otra forma de asertividad por la que expresamos con habilidad nuestras necesidades y prioridades. Por ello, pedir algo es una manera de sabernos capaces y seguros de nosotros mismos, y mantener un buen autoconcepto como individuos.
Expresar ideas con claridad
Una persona asertiva sabe expresar sus ideas o creencias de manera contundente y no espera obtener una respuesta de ello. Aunque los demás puedan opinar sobre dicha idea, mantenerla firme va de la mano con la asertividad. Hacer una declaración es saber que todas las personas tienen derecho a manifestar sus teorías sobre algo. Por ello, mientas menos compartida por los demás sea nuestra opinión, más asertivos será nuestro carácter.
Comunicación asertiva: aprender a negociar
Como vivimos en un mundo tan diverso, saber negociar es ser capaz de encontrar métodos para llegar a acuerdo que cumplan los requisitos de los demás y los nuestros. En la negociación se usa la comunicación directa de nuestros intereses y la escucha activa de los deseos de la otra personas. Así que, si sabemos negocios podremos ser justos y saber ceder sin frustración.