A pesar de que el “homeoffice” ha aumentado y gracias a esto se han disminuido ciertas actividades que quitaban el tiempo a los empleados en la oficina, también en casa hay otros momentos que amenazan la productividad laboral. Hoy te contamos cuáles son estas distracciones que hacen perder la concentración y seguir con el ritmo de trabajo que permita terminar con las tareas a tiempo. Así que, sigue leyendo o aprende a gestionar el tiempo en la oficina con nuestra Maestría en Gestión de Recursos Humanos.

¿Qué es la productividad laboral?

La productividad mide la relación entre la cantidad de productos obtenida por un sistema productivo, así como todo tipo de recursos usados para conseguir dicha producción. Por lo tanto, la productividad laboral es la relación que hay entre el trabajo realizado y los recursos que el trabajador ha usado para obtener tal producción. Esto es una medida fundamental para las empresas, ya que pueden conocer qué tan rentable es su plantilla de trabajo. Además, está muy ligada al crecimiento y el desarrollo económico de la organización.

Sin embargo, existen diversos factores que provocan que los trabajadores reduzcan su productividad debido al esfuerzo que después supone recuperar la concentración en lo que se estaba haciendo. Aún así, hay muchas soluciones para evitar que se acumulen las tareas por darle prioridad a las distracciones.

Consejos para aumentar la productividad en la empresa

Lo que más puede ayudar a solucionar el problema de los “ladrones del tiempo” en el trabajo es que seamos cada vez más conscientes de cómo y en qué empleamos nuestro tiempo cada día. Así que, empecemos por analizar nuestras jornadas de trabajo y eliminar lo que no nos aporte y, sin embargo, nos quita tiempo y esfuerzo. La clave está en aprender a distribuir nuestras horas de trabajo y ser conscientes del resultado al final del día. Si conocemos estos indicadores será más sencillo evaluar nuestro desempeño y con eso, tomar las acciones correctas para aumentar el rendimiento. Aunque tampoco se requiere mayor reflexión para saber cuáles son los factores que no nos ayudan a centrarnos en nuestro trabajo. Por si no te habías dado cuenta, te los decimos a continuación.

Silencia el móvil

El uso de los smartphones es una de las principales limitantes para una productividad laboral óptima. Y es que, cada vez más ofrecen posibilidades para estar en constante conexión con un gran número de personas, sin embargo, esto requiere mucha dedicación. Se dice que el móvil constituye el 50% de las distracciones de un empleado en su jornada laboral. Por eso, una buena opción es silenciarlo y alejarlo durante la jornada si queremos mejorar nuestro rendimiento y concentración.

Evita el multitasking

Cada vez hacemos más cosas al mismo tiempo, y por alguna razón, eso está bien visto, como si se tratara de una súper habilidad. Lo que no sabemos es que esto dificulta la actividad del cerebro al volverse poco operativo. Y es que no podemos negar que al tratar de ser multifuncionales se corre el riesgo de olvidar alguna tarea y dejarla incompleta. Así que, lo mejor es poner nuestra concentración en la tarea más importante y mantenernos en ella hasta terminarla y comenzar otro objetivo. También, puede ser de gran utilidad marcarnos un horario y asignar el tiempo a cada tarea para seguirlo cuando empecemos la jornada.

Es normal y necesario hacer descansos a medida que transcurre la jornada la laboral, pero seamos sinceros, abusar de ellos suele pasar factura al final del día. Si sumáramos los minutos que empleamos en esta clase de pausas, podríamos contar más de una hora y media haciendo cosas que no tienen tanta prioridad. Por ello, volvemos a insistir en que la creación de un horario nos ayudará a tener destinado el tiempo para cada cosa y a ser más rigurosos con el trabajo.

No revises redes sociales y correo constantemente

Aunque nos cueste, las redes sociales deben estar silenciadas mientras trabajamos. Hay que intentar evitar mirar constantemente el Instagram, a menos que lo necesitemos por razones laborales. Su capacidad de atracción es muy intensa y, una vez dentro, se pierde la noción del tiempo. Si a esto le añadimos las interrupciones de las alertas y notificaciones del correo que nos incita a leerlo cada vez que llega, nunca terminaremos las tareas.

Como a todo, lo mejor es dedicarle tiempo suficiente a las tareas más importantes para, una vez terminadas, estar más relajados para darnos los descansos bien merecidos.