La restauración de obras de arte es un proceso fundamental para proteger todo el patrimonio de la humanidad que existe desde hace más de 40,000 años. Si te apasiona todo lo relacionado al arte y te gustaría formarte en él, consulta nuestra titulación en Dirección y Gestión de Museos. Pide información sin compromiso y enfoca tu carrera profesional.
¿En qué consiste la restauración de obras de arte?
La restauración de arte implica todas las acciones que se realizan a una obra para evitar que se deteriore o que obtenga nuevamente su estado original. Es decir, es el proceso por el cual los profesionales ponen en buen estado o recuperan la mayor parte de una obra.
Todas las técnicas que se hacen en este sentido se parecen y relacionan estrechamente con el ámbito de la conservación de obras de arte. De manera preventiva o curativa. Sin embargo, la conservación preventiva tiene la función de prevenir el deterioro total de la obra. Para ello, se aplica diversos procesos de limpieza y mantenimiento para que la obra se mantenga igual sin importar los años, el entorno y su soporte.
En cambio, la conservación curativa es un tipo de restauración de obras de arte que tiene el objetivo de de detener rápidamente uno o más aspectos de deterioro. Evitando así que se dañe la obra de manera irreversible.
¿Cómo se hace el proceso de restauración?
Cada obra que se quiera restaurar debe ser analizada y evaluada por un profesional para detectar la mayor cantidad de aspectos a tratar. Aunque todo varia según la pieza, algunas partes básicas del proceso de restauración artística de una obra son las siguientes:
- Valoración general de una obra.
- Estudio de la época de creación o contexto.
- Investigación de materiales, técnicas y características de realización de la época.
- Obtención de información de la superficie a través de rayos de ultravioleta.
- En caso de una obra pictórica, el análisis de hará con reflectografía infrarroja para acceder a niveles más profundos.
- Aplicación de rayos X en los que se obtendrán datos constructivos y estructurales.
- Observación y estudio de la composición de la obra: pigmentación, barniz y aditivos.
- Conocimiento extenso de los componentes, reacciones químicas y tejidos.
- Determinación de tratamientos esenciales para la restauración de obras.